La empresa Greene Waste to Energy (Greene) iniciará en 2018 la instalación y puesta en marcha de una planta de gasificación para tratar la fracción rechazo del residuo sólido urbano que se genera en la planta de tratamiento ubicada en el municipio valenciano de Algimia de Alfara. El gas obtenido se transformará en biodiésel, susceptible de ser usado como combustible para vehículos. La inversión prevista es de 2,2 millones de euros.
La firma ilicitana participa en este proyecto junto a la empresa que gestiona la planta de residuos urbanos, Técnicas y Tratamientos Medioambientales S.A.U (Tetma), la Asociación Empresarial Centro Tecnológico de Energía y Medio Ambiente (Cetenma) de Murcia, la Diputación Provincial de Castellón y el instituto tecnológico sueco KTH.
El objetivo principal del proyecto es la puesta en marcha de una planta de gasificación con tecnología de Greene, para la producción de syngas (combustible gaseoso) a partir de la fracción rechazo de los residuos sólidos urbanos, procedentes de la planta de gestión de residuos urbanos ubicada en la localidad de Algimia de Alfara, que se encuentra en la provincia de Valencia. El proceso de gasificación desarrollado por Greene reduce los gases de efecto invernadero que se producen en un vertedero, al eliminar los residuos, además de que contribuye a la implantación de un modelo de economía circular, ya que un residuo sin posibilidad de reciclaje se convierte en combustible.
Este proyecto, que se conoce con el acrónimo #Waste2biofuel, ha sido elegido por la Unión Europea para ser financiado parcialmente en el marco del Programa LIFE, una iniciativa dirigida al ámbito medioambiental que pretende contribuir al desarrollo sostenible y al logro de los objetivos y metas de la Estrategia Europa 2020.
Tal como ha explicado el responsable del proyecto en Greene, Enrique Aráez Briegas, «nuestra tecnología es capaz de eliminar los residuos sólidos urbanos que van a vertedero, para su enterramiento y usarlos para producir un gas y posteriormente obtener un biodiesel. Convertimos un problema en una oportunidad tal como marcan los nuevos modelos de economía circular. Eliminamos hasta el 90% de los residuos sólidos urbanos que van directamente a vertedero y no generan ningún valor, todo lo contrario, generan problemas de espacio, medioambientales por el riesgo de la filtración de lixiviados o la autocombustión, de los gases de vertedero, como suele suceder frecuentemente, etc. Y como beneficio obtenemos una nueva materia prima que es el gas de síntesis, capaz de ser transformado en un producto de alto valor añadido como es un biodiesel, lo que nos permitiría no depender de los combustibles fósiles».
Los integrantes del consorcio de empresas y entidades colaboradoras se reunirán el próximo 14 de noviembre en la planta de Algimia de Alfara, en la provincia de Valencia para abordar las distintas fases del proyecto, que está previsto que finalice en 2020. En dicha reunión se se tratarán los aspectos técnicos más significativos y se establecerá el plan de trabajo a seguir para llevar a cabo la construcción, instalación y puesta en marcha de la tecnología de gasificación de Greene en el cuarto trimestre de 2018.
Greene es una empresa que nace en 2011 de la iniciativa de cuatro emprendedores de Elche, químicos, y que en la actualidad cuenta con 20 empleados y el respaldo de un inversor privado de la Comunidad Valenciana. La empresa ofrece al mercado una tecnología que da respuesta a las necesidades de ayuntamientos, gestores de residuos, explotaciones agrícolas y otras industrias con consumos energéticos (calor y electricidad) elevados que quieren reducir la dependencia del petróleo y sus derivados. Su tecnología patentada es revolucionaria en su sector y en la actualidad se desarrollan proyectos de implantación en Norteamérica, Sudamérica, Este de Europa y Asia.